miércoles, 31 de enero de 2018

Jubokko, el árbol vampiro de Japón


La criptozoología se encarga de estudiar tanto animales como plantas cuya existencia no es aceptada por la ciencia. Entre los expertos en el tema abundan las historias de grandes plantas carnívoras que llegan a consumir animales e incluso seres humanos. ¿Te puedes imaginar a un árbol sediento de sangre humana? Un árbol cuyos orígenes no se encuentran en la naturaleza, sino en fuerzas sobrenaturales. En el folclore japonés, las leyendas advierten sobre una planta vampiro llamada Jubokko.

Toda clase de fuerza malévola como los monstruos, espíritus y demonios son denominados yokai dentro del folclore japonés. Algunas de estas entidades sobrenaturales se originaron a partir de un animal, ser humano o incluso un hogar que pasó por un evento traumático o violento.

No son raras las leyendas de plantas que se alimentan de seres humanos como el Jubokko. En la historia, este ser alguna vez fue un gran árbol en un campo de batalla cuyas extensas raíces terminaron absorbiendo grandes cantidades de sangre de los soldados muertos que empaparon el suelo y originaron al monstruo.


Jubokko tiene la apariencia de cualquier otro árbol mientras acecha a sus víctimas en el bosque. Solo los muy observadores advierten las inusuales ramas dentadas o los múltiples huesos que descansan en las raíces. Muchos pasan por alto esto y cuando se dan cuenta ya es muy tarde.

Las ramas atrapan a sus presas y las levantan hasta el tronco principal. Venas y arterias de la víctima son apuñaladas por las ramas a medida que Jubokko drena toda su sangre. El cuerpo sin vida queda colgado o cae al suelo donde alimenta a los animales carroñeros hasta que los huesos se integran a los de otras víctimas en las raíces.


Frecuentemente Jubokko está sediento de sangre humana, pero es capaz de alimentarse de una gran cantidad de animales siempre que no haya víctimas humanas cerca.

Muchas de las leyendas japonesas que hablan de los yokai incluyen formas de derrotarlos. Quizá el Jubokko sea un monstruo, pero tiene las mismas debilidades que una planta. Algunas historias hablan de cortar el árbol mientras se pelea con sus ramas o prenderle fuego hasta que quede reducido a cenizas. Dicen también que las ramas del Jubokko son capaces de curar heridas y aliviar ciertas enfermedades.

FUENTE: https://marcianosmx.com

martes, 30 de enero de 2018

El Dibujo Maldito (La historia verdadera).


Veela a detalle,es un dibujo fantastico,de exquisito trazo,a simple vista,enamora a cualquiera,ese pefil tan refinado,unos verdaderos trazos tan reales,y maravillosos.

 Si te le has quedado viendo por lo menos mas de 3 minutos,considerate oficialmente MUERTO!

Por que? ahi les va el problemon:
Se cuenta que este hermoso dibujo fue hecha por una dibujante japonesa de nombre artístico Ruu,que viendo que sus sueños de sobresalir en el medio Artesanal Gráfico estaba del nabo y con mas mala suerte que la que tiene Pegasus BTX,creo esta imagen concentrando todo su odio,tristeza,pesar y desgracia, se dice que cuando termino esta exquisita obra de arte,lo escaneo y lo mando a la web,el original lo mando a un amigo,y finalmente se ahorco en su habitación.

 Según dicen que cuando esta imagen fue recibida por amigos de la finada,no podían dejar de mirar la imagen....luego les llegaba una depresión horrible,decían que su vida no valía....y finalmente se suicidaban también...

La policía japonesa estuvo tras el caso pensando que era un asesino serial,ya que cuando encontraban a la victima,en su PC se encontraba la susodicha imagen,se dice también que algunos policías también tuvieron la misma suerte que las victimas, pero estos en accidentes atroces o cumpliendo con su deber.


En La Actualidad,esta imagen es muy famosa en los foros que tratan de cosas sobrenaturales y en blogs de historias de terror, y muchos dicen que el poder de esa imagen es de carácter sobrenatural

Pues bien amigos,la imagen de Ruu Originalmente apareció en un foro de arte koreano diciendo un internauta que era una imagen maldita, el usuario era "armoredeath",y el se creo esa historia tan ridícula como minuciosa.

Por Que?...sencillo,Ruu no era el seudónimo artístico de aquella japonesa que se suicido,sino que en la realidad Ruu es un Personaje ficticio de una historia llamada "Tellurian Sky",una Historia de Ciencia Ficción fantástica.

El Nombre Original de la imagen es "Ruu,The Melancholic Princess"
Creada bajo Painter y Photoshop en Marzo del año 2006.
Fue creado por el artista gráfico el Señor Robert Chang:


Robert Chang es un Productor,dibujante,pintor,arreglista,musico,diseñador grafico,fotografo y compositor.

"Ella es el personaje principal de un guión mío  de Fantasia/Ciencia Ficcion titulado  Cielo telurico. Su nombre es RUU, generalmente se llama la princesa RUU por los que la rodean. Su ascensión al trono no lo desea y esa es la fuente de la melancolía, ya que no tiene deseo de gobernar un reino, pero se ve obligado a hacerlo".

Éste se llevó a cabo el 50% en Photoshop y 50% en Painter. Acabo de guardar tanto las aplicaciones abiertas y cambiar entre los dos cuando lo considera necesario.

Nunca fui un fan de Painter, pero yo siempre he querido conocerlo mejor. Después de esta pintura, me siento más cómodo con él, y debo usarlo tanto como el uso de Photoshop a partir de ahora.

Yo quería joyas, pero en Painter no se pueden hacer, he trabajado en ella sin la joyería, y después le puse el resto de las joyas. Así pues, aquí están las dos versiones.


Mucha gente dijo que se parece a Jennifer Connolly. La verdad es que soy un gran fan de Jen. Lo curioso es que, jamas se me ocurrio pintar a Jen en dibujo.

Creo que terminó pareciéndose a Jen Jen, porque es uno de mis tipos ideales, y cuando la pintura de un personaje femenino de ficción, uno tiende a su figura en un ideal personal. En mi caso, la princesa terminó pareciéndose a Jen.

FUENTE: https://egstudio.blogspot.mx

lunes, 29 de enero de 2018

La carreta de la muerte.


Era una noche mucho más oscura de lo normal, un muchacho estaba en su casa aburrido, pues vivía en un pueblo sin mucha tecnología a su alrededor, así que no había muchas cosas interesantes para divertirse, esa noche escuchó a unos amigos fuera de su casa hablando sobre la llamada Carreta de la Muerte, todo el pueblo creía en la leyenda, pero él no, así que decidió mostrarles que la leyenda era totalmente falsa.

Según la leyenda, la muerte pasaba cada media noche en un caballo que jalaba una carreta para llevarse a cuanta persona pasase por ahí, con mirar a la muerte estabas condenado porque, a los 2 días, ella vendría a recogerte en su carreta.

El muchacho, decidió demostrar que la leyenda era falsa.

Fue a esperar a la muerte en dicha carretera por donde solía pasar y se escondió, cuando el reloj marcaba la media noche, como era de suponerse, apareció la muerte en su caballo jalando su carreta, al escuchar el crujir de las ruedas acercándose y el caballo cada vez mas fuerte, el miedo se apodero de el, la decisión ya estaba tomada, así que salio dando un fuerte grito, asustando al caballo que al moverse violentamente hizo pedazos la carreta que estaba hecha de huesos, la muerte cayó al suelo descubriendo su rostro, el muchacho pudo ver claramente el rostro de la muerte quedando completamente aterrado, con lo poco de valor que le quedó, después de ver su cara, corrió lo mas lejos que pudo hasta llegar a su casa.


Al día siguiente fue a la iglesia para hablar con el cura y contarle lo sucedido, el cura se aterró al escucharlo ya sabiendo lo que le esperaba al chico, como salida le dijo que fuera pedirle perdón a los muertos, y cuando lo hizo, los muertos lo rechazaron. El chico corrió a la casa del hechicero de la zona, el hechicero le dijo que por burlarse de la muerte, los muertos se burlarían de el en él cuando esté en el Infierno. El chico fue a buscar la forma de librarse de la muerte pero ya cansado se quedó dormido.

Cuando despertó era el segundo día, justo cuando la muerte lo visitaría, el chico fue a lavarse la cara esperando que todo fuera un mal sueño pero, cuando se acercó al agua en el reflejo, pudo ver a la muerte y se asustó, salió de su casa y corrió como loco a refugiarse en la iglesia, de pronto cayó la noche y todo parecía normal, parecía solo una pesadilla, así que decidió ir a su casa, cuando llegó, al entrar, la muerte apareció fuera de su casa cuando de pronto la tierra se empezó a abrir y de ella muchos brazos completamente destrozados empezaron a sujetarlo mientras la muerte se acercaba a la casa, y jalándolo de los brazos, lo subió a la carreta donde quedó atrapado por los mismos huesos de la que estaba hecha.

Desapareciendo en medio de la carretera, según cuentan los pobladores del lugar, desde ese día muchos abandonaron el pueblo por temor a que la muerte se los llevara, los pocos pobladores que se quedaron, aún viven con ese temor y con la intensión de prevenir a los viajeros que pasan por la zona.

FUENTE: http://es.creepypasta.wikia.com

viernes, 26 de enero de 2018

No, no están penando: La verdad tras los sonidos de bolitas cayendo que oyes en la noche.


¿Alguna vez te ha dado la impresión de que en el departamento o casa contigua a la tuya se escuchan bolitas (o polquitas) rebotando en el suelo durante la noche? Si es el caso, también es probable que pensaras que había un niño jugando, que algún adorno se caía o hasta que algún espíritu estaba “penando”.

Lo cierto, es que hay una explicación científica para ello. Ese curioso ruido que muchos han percibido se debe al llamado “golpe de ariete” o pulso de Zhukovski (en honor al ingeniero ruso Nikolái Zhukovski), un fenómeno que se produce en las cañerías que están por todo tu hogar.


Según consigna el diario español ABC, cuando el flujo del agua que recorre las cañerías se detiene drásticamente al cerrar la llave, el líquido sigue intentando avanzar pese a que la válvula ya está cerrada. Esto hace que la energía se concentre, generando presión hacia un lado y un vacío hacia el otro.

Llega un punto en que las moléculas de agua retroceden bruscamente. En ese momento, el aire que queda se mueve en la dirección opuesta a la presión y es entonces cuando se produce una vibración en las cañerías… que suena igual que una bolita cayendo al piso.

Estos temblores comienzan a perder fuerza a medida que la situación se estabiliza, lo que da la impresión de que la polca estuviese rebotando.


Aunque en el día también sucede, en la noche se potencia más el fenómeno porque pasan varias horas en que las llaves no se abren, por lo tanto, la presión se acumula al no ser liberada continuamente. A ello se suma que el silencio nocturno hace que podamos detectar con más claridad el sonido.

Cabe destacar que este fenómeno es el principal causante de los daños en las cañerías domésticas y se registra más en los periodos de vacaciones, cuando la gente deja cerradas las válvulas de agua por varios días.

Pero nos preguntamos ¿Qué ocurre en una casa abandonada donde ya ni siquiera hay tubería y se escuchan estos sonidos?

FUENTE: http://www.biobiochile.cl/

jueves, 25 de enero de 2018

EL SONIDO DE LAS CANICAS RODANDO


Anoche tuve una noche de insomnio. No conseguí dormirme, y estuve dando vueltas en la cama, leyendo, mirando Tv, tejiendo... en fin. Finalmente, me quedé dormida, y menos de una hora después, sentí como alguien me susurraba al oído la palabra "javifabi" y me sacudía, como tratando de despertarme. Me levanté con los ojos como platos y el corazón retumbando como tambor de guerra. Esta experiencia terrorífica me llevó a buscar en "San google" sobre el hecho de escuchar susurros en la noche y mi busqueda me condujo a un hallazgo aún mejor: El sonido de las canicas que ruedan

Recuerdo que en todas las casas donde he vivído he escuchado las canicas. Y siempre tenía una explicación razonable aunque no convincente. En honor a la verdad no me interesaba mucho, ya que escuchar canicas en las casas vecinas no es algo de terror. De terror sería ver como tu gato habla o alguien que se aparece en tu espejo.

El caso es que por lo visto, muchas personas en el mundo han escuchado las canicas que ruedan. Incluso algunos se lo toman con humor. Si bien, analizando bien los hechos, las canicas que ruedan, no son tan normales como parecen.


En la primera casa donde las escuché, era de ladrillo cocido, sin tuberías en las paredes, y por mucho tiempo estuvo rodeada de jardines y sin casas vecinas, es decir que no podía tener niños vecinos con mal carácter que las arrojaran a propósito. En esos días tenía 9 años, así que no le dí importancia. En mi casa actual, las paredes son de bahareque (barro y caña), es una construcción antigua, de mas de 100 años, rodeada por casas en las mismas condiciones. Llevo en esta casa mas de 10 años y siempre he escuchado el ruido. Recien me pasé a esta casa, no habían niños vecinos, ahora hay 4 niños en las casas de las vecindades, así que hay puede haber una explicación.

Sin embargo entra en juego otra hipótesis: SIEMPRE, PERO SIEMPRE las canicas ruedan a altas horas de la noche. En mi caso, es mas de las 11 pm cuando las escucho. Y por más caprichosos que sean los niños, no creo que sus padres los dejen irse a dormir hasta las 11pm y menos que eso pase todos los días. Mi problema se acentúa, cuando escucho no solo canicas, sino balones, monedas, muebles y grifos que se abren en las casas vecinas a horas desacostumbradas.


Sin embargo, esta noche no podré dormir profundamente, sin pensar en cosas extrañas, como fábricas de canicas en las paredes de mi casa, siluetas en el Cortijo Jurado de España, la niña de "Ringu" e historias sobre fantasmas que me cuentan mis primos. Y claro, tampoco pude encontrar que carajos es lo que me susurra en la noche.

FUENTE: http://clatropos.blogspot.mx

miércoles, 24 de enero de 2018

Lamentos y sonido de monedas no los dejaban dormir.


Una joven que murió en mortal incendio de una fábrica, logra descansar en paz cincuenta
años después del siniestro

Jorge Moreno/SIPSE

MÉRIDA, Yuc.- En ocasiones me llaman para investigar ruidos extraños que escuchan los nuevos inquilinos de casas que recién están rentando o comprando, pero muchas veces hay explicación lógica a todo esto, ya que las paredes pueden guardar sonidos que fueron muy repetitivos, sobre todo cuando se trata de casonas antiguas y de mampostería.

Hace tiempo me llamó Martha Solís de Alonzo para informar de ciertos fenómenos paranormales en su domicilio. La señora me habló a petición de sus nietos, pues ella, confesó, no creía en nada de eso, aunque le constaba que sí se escuchaban ruidos extraños en la casa.


Según explicó, desde hacía un mes se escuchaban llantos y lamentos de mujer, así como el sonido de monedas cayendo al piso.

Esto ocurría casi siempre a la misma hora (entre 7 y 8 de la noche), por lo que varios miembros de su familia lo habían oído, e incluso grabado en cinta de audio, así que pude escuchar una de las grabaciones y confirmarlo, sin embargo, cabía la posibilidad de que accidental o intencionalmente hubieran dejado caer unas monedas.

Tras hacer nuevas grabaciones, y confirmar lo que me habían dicho, percibí que tras el lamento se escuchaba una extraña palabra, 'larralla', que por más que busqué no le encontré ningún significado.
Una semana después pude deducir que se refería a “la raya”. 'Raya' se le decía antiguamente al pago de los trabajadores, incluso, hasta hoy hay quienes usan ese término. Y asumí que a eso se refería, porque tras el lamento se escuchaba el sonido de monedas cayendo al suelo.


Una fábrica incendiada

Además, tras investigar con los vecinos y en el registro público acerca de los anteriores dueños de la casona, me enteré que unos 50 años atrás casi toda la manzana había sido una fábrica, la cual cerró tras un incendio que acabó con la maquinaria e insumos, por lo que los dueños decidieron instalarse en otro lugar. Poco después, el lote se fraccionó y se construyeron casas, una de las cuales es el motivo de la investigación.

Por fortuna, localicé a uno de los antiguos trabajadores de la fábrica, pues vive a dos cuadras de ahí y fue testigo del incendio en el que murieron dos personas. Don Cosmé, de 76 años de edad, me dijo que fue intendente en la fábrica y que recordaba muy bien el siniestro.

“Sí, como no me voy a acordar. Se quemaron muchas cosas de la fábrica y lo que más me dolió es que luego nos liquidaron a todos.

Los jefes ya no quisieron volver a restaurarla, luego supimos que abrieron en un lugar mucho más grande y contrataron solo a nuevo personal”.


Indagando sobre las personas que habían fallecido, don Cosme recordó que fue un empleado de seguridad y la cajera, encargada de pagar a los trabajadores. La muchacha se llamaba Carmela y era sobrina de uno de los dueños. 

Dijo que era el día de pago y hasta el dinero se quemó, aunque, según las malas lenguas, el incendio fue provocado por los dueños para cobrar una especie de seguro, pero no contaban con que fallecería Carmela, por lo que, ante el remordimiento, prefirieron irse de ahí.

“Cuando ayudamos a limpiar todo, vimos muchas monedas quemadas tiradas en el área de la oficina, quién sabe cuánto dinero se habrá quemado”, afirmó don Cosme.

Descansa al fin


Luego de la entrevista, una parte del misterio parecía esclarecerse. ¿Eran los lamentos y voces de esa muchacha muerta en el incendio lo que se escuchaba en la casa?
Había muchas coincidencias que no dejaban lugar a dudas. Quizá gritaba por el dinero de “la raya” que se quemaba al mismo tiempo que ella.

Lo más sorprendente fue que, tras conseguir un croquis de la fábrica y con los testimonios de tres de los testigos de la época, se determinó que la casa de los fenómenos paranormales estaba construida justo en el área de oficinas, donde murió la muchacha.

Doña Martha, quien decía no sentir miedo por esos lamentos, no quería más que ayudar a ese espíritu, por lo que sugerí pone una veladora al cuarto de donde provenían los lamentos y varias monedas antiguas que aún conservaba en una especie de altar.

A casi un mes de estar escuchando los lamentos, estos cesaron de inmediato tras poner el pequeño altar.

La pobre muchacha, al parecer, por fin descansa en paz a más de 50 años del incendio mortal.

FUENTE: https://sipse.com

martes, 23 de enero de 2018

Canicas en el techo.


Anoche por alguna extraña razón tuve problemas para dormir. En momentos me despertaba y tardaba una hora mas o menos para volverme a quedar dormida. Mi hijo me despertó en la madrugada en una de sus escapadas nocturnas de su cama a la mía y cuando se quedó dormido lo llevé de nuevo a su cama, pero yo ya no me pude dormir. Cerraba los ojos y me acomodaba de una y mil maneras pero no lograba conciliar el sueño. Cuando por fin empezaba a quedarme dormida, escuché muy claramente el sonido de canicas en el techo.

Primero pense que era el agua en el baño que casi siempre se escucha como si la llave del lavabo no se hubiese cerrado bien, pero despues puse atención y no era eso. Se escuchaba claramente el sonido de canicas o algun otro objeto similar que caía en el techo del pasillo que separa mi habitación de la de mi hijo.

No puedo negar que sentí temor, pues siempre he relacionado el sonido de canicas con lo paranormal, por muchas historias que se cuentan y por otra que viví en la preparatoria en la que estudié... pero esa es azucar de otro costal.

En fin, traté de ignorar el ruido de las canicas y traté de dormirme nuevamente. Pero de pronto escuché el mismo sonido justo arriba de mi. En el techo de mi cuarto pero encima de mi cama, puedo casi asegurarlo. Era como si dejaran caer unas tres o cuatro canicas donde yo pudiera escucharlas. Me dio miedo, pero solo le pedi a mi esposo que me abrazara y despues de un rato de ignorar el sonido, por fin venció el sueño y me quedé dormida.


Hoy por la mañana me puse a investigar, ya que mucho se habla sobre presencias paranormales que se manifiestan a través de ese sonido en especifico. Encontré una explicación que podría ser racional y logica:


  1. Esto ocurre en las cañerias de agua.
  2. Cuando el grifo se cierra (o una bomba se para de repente) toda el agua tiene que parar muy rápido y la inercia puede producir un golpe de ariete


Sin embargo, esta explicación no me sirve a mi. Tenemos ya un mes sin agua en la colonia, nos provee de agua una pipa y obviamente la bomba de agua no funciona. Entonces ¿Que es ese sonido de canicas que escuché? Muchos dicen que cuando se escuchan canicas, significa que hay espiritus de niños en el lugar. Otros dicen que significa que hay duendes cerca. Quizá si vuelvo a escuchar ese sonido, volveré a sentir miedo, pero intentaré averiguar por mis propios medios de que se trata.

FUENTE: http://es-historiasparanormales.blogspot.mx

lunes, 22 de enero de 2018

¿Escuchas estos sonidos en casa? ¡Ten Cuidado!


Es común acostumbrarse a ciertos sonidos que hay en nuestras casas. Mascotas, vecinos ruidosos o el propio clima pueden ser factores importantes para que haya presencias sonoras en nuestro espacio.

¿Pero qué ocurre cuando extraños sonidos son cada día más repetitivos sin razón alguna?

Lo primero que debemos hacer es verificar si no son puertas, llaves o cosas comunes las que generen el ruido, ya que cómo lo explicábamos anteriormente, la mayoría de los ruidos son cosa normal.

A continuación te diremos que tipo de ruidos son los que podrían estar ligados a presencias paranormales:


Lamentos en la madrugada:
Al morir, nuestras almas pasan a otro tipo de vida, pero la energía que desprendemos en situaciones de extrema felicidad o tristeza se queda para siempre, por lo que este ruido puede causar sensaciones de extremo temor ya que pudiera pertenecer a un alma en pena.
   
Tocan la puerta:
Nuestros expertos, aseguran que el escuchar toques en la puerta puede tratarse de “travesuras” de niños fantasmas.
   
Respiraciones:
Escuchar una fuerte respiración es una señal de un alma que está contigo, casi siempre se trata de familiares que han fallecido y que de alguna manera te vigilan y se encuentran preocupados por ti, es por eso que se hacen presentes por medio de inhalaciones y exhalaciones.

Gruñidos de perro:
Si no tienes a uno como mascota, preocúpate.
Este sin duda es el peor ruido que puedes tener presente en tu casa, pues se cree que los demonios más poderosos toman ciertas características de los perros, entre ellos sus gruñidos. Incluso mucha gente a la que le ha sucedido, afirma haber visto a un perro de color negro. Es común que suceda después de jugar a la Ouija u otros elementos místicos.


Canicas:
¿Te ha pasado que escuchas cómo tiran canicas al suelo en plena madrugada?
Este sonido si puede representar al mal, pues varios espiritistas cuentan que este ruido es ocasionado por demonios que intentan alterar nuestra tranquilidad.

FUENTE: http://extranormal.com.mx

viernes, 19 de enero de 2018

LA BRUJA DE COYOACÁN.


En la Ciudad de México existen muchas leyendas y mitos, historias que sin duda le dan color, cultura y folklore a nuestro país y sobre todo a nuestro espíritu mexicano, el día de hoy contaremos  la bruja de Coyoacán.

La leyenda cuenta que hace ya mucho tiempo al sur de lo que hoy es la Ciudad de México existía una hermosa doncella, que se había casado con el joven más deseado del pueblo. Todos a su al rededor decian que eran la pareja perfecta. Un día un familiar le preguntó al joven:

―¿Qué tal es tu mujer?

―Excelente. Además de bella es una estupenda cocinera. Lo que no me acaba de agradar es que desde que nos casamos me prepara moronga.

Esto extrañó al compadre, quien al día siguiente regresó y le dijo:

―Compadre, no es por chismear, pero a mí me dijeron que es malo comer moronga. Pregúntele a la comadrita el porqué.

Acto seguido, el hombre fue y cuestionó a su mujer:

―Oye, amor, ¿por qué siempre desayunamos moronga?

―Es porque mi padre es dueño del rastro y lo que no se vende nos lo repartimos entre los hijos: a mi hermano mayor le tocan las vísceras, a mi hermana las patas, y a mí la sangre… Por eso.
El hombre quedó complacido con dicha explicación. Sin embargo el compadre se presentó asustado, comentándole que en el pueblo todos sabían que ella era una bruja y que por ello nadie la había desposado.

―Mejor espíela, compadre, espíela… y verá de dónde saca la moronga.


Así lo hizo y tempranito en la mañana antes de que el sol saliera, vio cómo su mujer se levantó y camino hacia la cocina. A través del fogón vio la figura de su esposa, la cual ante sus ojos y sin percatarse de ser vista, se empezó a quitarse la piel y convertirse en una bola de fuego. El hombre quedó impactado, sin habla. Corrió a ver a su compadre y le contó lo que había visto:
―Compadre… compadre… salga rápido por favor.

Gritaba el joven, quien al ver a su compadre sin mediar palabra le tomó del brazo y se lo llevó a su casa. Ahí encontraron la piel de su esposa. El compadre al verla se quedó sin habla, más en un momento de lucidez le dijo: ―Quemémosla, así no podrá regresar y ya no seguirá matando a más niños.

Y así lo hicieron: quemaron la piel de la joven, quien al regresar y no encontrar su piel gritaba enfurecida y al mismo tiempo asustada pues la mañana se acercaba y el sol empezaba a verse en el horizonte. El joven escondido y muy asustado vio cuando los primeros rayos del sol quemaron a su esposa. …y este fue el fin de la nahuala de Coyoacán.

FUENTE: http://mexicofolklore.mx

jueves, 18 de enero de 2018

La bola de fuego.


Leyenda de Sonora.-Se cuenta que en un poblado abandonado ya solo se encuentran unas cuantas paredes de algunas casas completamente en ruinas, los antiguos pobladores que en aquel entonces eran niños,  no se olvidan de las bolas de fuego que les causaba mucho temor, todas estas personas abandonaron sus casas.

Dicen que pasó, hace como cien años, la gente del pueblo asistía la iglesia al caer la noche se oyó un ruido muy fuerte que al escucharlo se impresionaron, todos corrieron a salir para ver que era, vieron en el cielo una gran bola de fuego con flamantes rayos que se proyectaban al frente, este fenómeno pasó por encima del templo en dirección al monte cercano y desapareció.


La bola de fuego volvió una hora después en el mismo lugar, se cuenta que regresó muchas veces atemorizando a la gente del pueblo, se creía que se trataba de una bruja, los lugareños comenzaron a poner hierbas sobre sus puertas para que ese ser maléfico no entrara a las casas, así que a las siete de la noche todos se encerraban y nadie salía por las calles.

Se daban cuenta que la bola de fuego sobrevolaba sobre el pueblo la bruja tenía hambre, la leyenda cuenta que las brujas se alimentan de niños. Esto pasó en el pueblo, las brujas chupaban a los bebes y les dejaba moretones que apenas se veían, las madres ponían las hierbas en forma de cruz, pasaban las noches y los bebes con los moretones mas grandes hasta que morían.


Hasta que cierta noche una mujer que tenía gemelos oyó que los perros ladraban muy fuerte, pero no le dio importancia hasta que amaneció se dio cuenta que uno de los niños tenía moretones, esa misma noche volvió a oír a los perros pero los ignoró.

Pero en ese momento entro al cuarto de los niños con sus biberones y vio a una horrible mujer hincada junto un bebe absorbiendo su sangre, la mamá  dio gritos de terror y la anciana bruja salió volando por la ventana.

La mamá se acercó a sus niños y uno había muerto ya hacía varias noches le absorbía sangre se cuenta que desde ese momento las mujeres dormían junto a sus hijos y todavía así seguían muriendo los niños, poco a poco los pobladores se fueron, abandonando sus casas, desde ese entonces el pueblo se quedó vacío pero hasta ahora  se ven las bolas de fuego entre los árboles cerca de ese lugar abandonado.

FUENTE: https://mitoleyenda.com

miércoles, 17 de enero de 2018

La leyenda del Nahual.


Me crie en un pueblo pequeño donde las leyendas abundaban, sobre todo la leyenda del Nahual, por la tarde las personas salían de sus casas a reunirse con los vecinos mientras tomaban café, jugaban a la lotería, los niños jugábamos a su alrededor, no faltaba a quien se le ocurriera contar alguna historia de terror o algún hecho real de sus propias vivencias que me ponían la piel de gallina.

Aunque ya crecí bastante desde entonces hay una leyenda en especial que todavía me asusta hasta el punto de morderme las uñas y no querer apagar las luces por la noche.


Fue en esa ocasión que le toco turno a mi mamá para hablar y esto fue lo que dijo:

Cuando yo estaba más chica, que apenas estábamos construyendo la casa, mi papá hizo su taller de puros carrizitos (palo de madera parecido al bambú pero mucho más delgado), estaba un poco retirado de la cocina que es donde pasábamos la mayor parte del tiempo, desde la ventana se podía ver la luz de la lámpara de gasolina y sabíamos que estaba trabajando porque siempre se le hacía noche.

Una vez que mi mamá me pidió que fuera a llevarle de comer porque ya era muy tarde, agarre la comida para llevársela el plato en una mano y las tortillas en otra, el tramo me pareció muy largo para llegar porque estaba bien oscuro, una oscuridad en la que no podía ver el pie cuando daba paso, solo me guiaba por la luz que salía del taller.


Entonces empecé a escuchar pasos junto a los míos, porque la yerba seca tronaba… por más que volteara no podía ver nada así que me apure, y los pasos también conmigo, cada vez lo sentía más cerca, pero afortunadamente llegue pronto al taller, me metí y le dije a mi papá que algo me seguía, entonces el tomo el machete, cerró la puerta, y empezamos a oír la respiración como de un animal muy grande y sus pisadas alrededor del taller, con la poca luz que se escapaba entre los carrizos se veía como un perro grandote, negro, que daba vueltas y vueltas buscando por donde entrar y empezó a rascar las paredes, cuando se volteo de frente le vimos los ojos… ¡rojos como lumbre! Y se sentía su mirada pesada encima de nosotros. Mi papá me metió debajo de una mesa y me dijo que no me moviera, que era el Nahual, entonces el animal dejo de hacer ruido y se fue a la casa porque estaba la puerta abierta, mi papá lo siguió con el machete, y antes de llegar a la puerta se hizo humo y se fue…

FUENTE: https://leyendadeterror.com/

martes, 16 de enero de 2018

La Lechuza.


Era una noche fría con un viento helado que calaba hasta los huesos, salí de mi cuarto para tapar las ventanas desde afuera, cuando vi una lechuza parada en un palo frente a mi puerta, en lo personal me parecen aves muy bellas, por ese diseño en sus plumas, así que solo la vi y me metí a la casa.

Al siguiente día cuando conté en el trabajo que no había dormido por el inmenso frío, recibí algunas carcajadas de mis compañeros, que me dijeron que había sido la noche más cálida de la semana, que tal vez estaba enfermo o algo. Cuando llegue a casa esa noche, la lechuza ya estaba esperando, posada en el mismo palo, y cuando entre a mi casa, mejor me dieron ganas de salir, porque adentro hacia un frio terrible, casi insoportable.


Ya algo extrañado, la siguiente mañana solo se lo conté a mi mejor amiga, quien a su vez se lo dijo a su abuela, y regreso al siguiente día con la noticia, de que la lechuza era una bruja, que estaba ahí para causarme mal, a petición de alguien que me tenía mucha envidia. Cosa que no me pareció muy creíble, así que solo agradecí, la información y volví a mi casa, como todos los días, la lechuza estaba esperando parada en el palo, no pude pegar los ojos, pensando, así que la observé por un pequeño agujero de la ventana, ¡Era solo un pájaro!, movía su cabeza de un lado al otro, y de nuevo de un lado al otro, hasta que en uno de esos movimientos, cuando volteo pude verle el rostro, era igual a mi vecina de enfrente, creí que me estaba volviendo loco, pero no dejé de observar, después de sobrevolar mi terreno, cruzó la calle y se metió en su casa.

De inmediato llamé a mi compañera, y vino también su abuela, me dio unos polvos en un saco de tela, dijo que los pusiera en el palo, donde se ponía la lechuza todos los días, pero que tuviera cuidado de que no me viera, así lo hice, y al siguiente día, cuando volví del trabajo, la lechuza no estaba. Me sentí un poco aliviado, pero al poner un pie dentro de casa, seguía sintiéndose helado, además había un olor que me revolvía el estomago. Accioné el apagador pero no podía encender la luz, me puse nervioso porque podía escuchar unos pasos que se acercaban y una sombra que venía desde dentro de mi casa, con el encendedor logré iluminar un poco, lleno de espanto, porque estaba frente a mí aquella bruja, mi vecina, con un traje de plumas, y me reclamaba que por mi culpa se quedo en medio, ni ave, ni humana. Entonces se me echo encima, quería sacarme los ojos, decía que con ellos haría un hechizo para que nadie pudiera verla como yo lo hacía.


Me hirió la cara con sus afiladas garras, sus ojos rojos me dejaban ver que estaba muy molesta conmigo, me picoteaba las manos, y la tomé de las deformes alas, para estrellarla con la pared, otra vez acudí a la abuela, que por teléfono me daba instrucciones mientras llegaba a casa. Le cubrí el rostro con una bolsa de papel y la até a una silla, cuando la viejecilla llegó me pidió salir, por la ventana podía ver una serie de destellos y sombras que luchaban entre sí, mientras terribles gritos de dolor hacían a la bruja retorcerse en la silla.

En unos minutos, todo había terminado, la abuela tenía en las manos una bolsa, dentro de la cual algo se movía con desesperación. Me dijo que volviera la bruja a su casa, que era ya indefensa, cuando la vi, su rostro estaba reseco, con arrugas tan pronunciadas que no se parecía en nada a la mujer que había conocido, unos escasos cabellos blancos caían en su cara, había reducido también su tamaño. Apenas podía incorporarse, así que la cargue hasta su casa, y la recosté en la cama. Estaba abrazada de mí con fuerza, y me dijo al oído –Me vengaré-.


Han transcurrido un par de años, en los cuales otras lechuzas han venido a rondar mi casa, pero ya ninguna se para en ese palo, dice la abuela que la persona que me quiere causar daño está muy escondida, por mi parte le temo mas a la bruja, que aunque la dejaron sin poderes, puedo verla siempre en la ventana mirando hacia mi casa, supongo que aun no ha olvidado su promesa.

FUENTE: https://leyendadeterror.com

lunes, 15 de enero de 2018

Entre los árboles hay brujas.


Cd. de México.- Esta es la historia de una mujer de unos 90 años, que asegura tuvo un encuentro cercano con brujas.

Alma, como era el nombre de la mujer, cuenta que eso pasó una noche, allá por los años setenta. Entonces, ella se dedicaba a “pepenar”; buscaba en la basura cosas que la gente tira y las vendía. Papel, vidrio, cartón, latas, todo le servía para mantenerse y vivir. Cerca de su casa, existía un tiradero de basura clandestino: una montaña de desperdicios que los vecinos iban acumulando, a pesar de situarse en plena zona boscosa, y por tanto, protegida por las leyes ambientales.

Un día, salió tarde de su casa. Sentía un dolor de cabeza tan penetrante y agudo que no la dejaba levantarse de la cama. Sin embargo, su necesidad era mayor. Recurriendo a sus últimas fuerzas, se dirigió al tiradero y comenzó a remover la basura. Cuando se dio cuenta, el cielo se había nublado. La lluvia amenazaba con desbordarse de un momento a otro y ella estaba lejos de su hogar. Pensó en tomar un atajo y bordeó el monte, con la esperanza de llegar más rápido, pues la noche también estaba por venirse encima.


Se internó en el bosque, guiada por su instinto, pero sus pasos cortos y cansados no le permitían avanzar lo que ella deseaba. Entonces comenzó a llover. Era una lluvia de agosto, intensa y fría, que la empapó de inmediato. Ella temblaba y estaba a punto de darse por vencida, apretujarse debajo de un árbol y esperar... sólo esperar. No sentía ya las piernas. El dolor de las reumas la había entumido por completo. Cerró los ojos y pensó en su madre. Tantos años sin pensar en ella y de pronto se acordaba, le pareció extraño pero al mismo tiempo reconfortante; tan reconfortante que sintió calor. Un calor que la hacía sentir cómoda y protegida.

Fue cuando escuchó una voz que la llamaba. En medio de los árboles, una joven agitaba la mano y le pedía que se acercara. Ella lo hizo con muchos esfuerzos. Al llegar, vio delante una casa muy grande. No entendió por qué no la había visto antes si estaba sólo a unos pasos de donde ella temblaba. La joven la invitó a pasar.

Ella se sorprendió por la amabilidad, pero la agradeció de buena gana. Se trataba de una casa muy hermosa, de grandes espacios y muebles de madera con cojines anchos y cómodos. Sobre los pisos, alfombras tan mullidas que sus pies se hundían a cada paso.


La joven no estaba sola. Estaba acompañada por otras dos mujeres, igualmente jóvenes... y de una belleza singular. Tez completamente blanca, ojos tan verdes que parecían transparentes, y sobre los labios, un rojo tan vivo y lleno de luz que parecía que tenían una brasa encendida. La mujer se sorprendía cada vez más. Encontrar en medio del bosque una casa con esas características y habitada por tres mujeres apenas entrados en los veinte, completamente hermosas, la impactó de grata manera.

Las jóvenes le prestaron ropas secas, le ofrecieron café y la convidaron a cenar. Le dijeron que eran hermanas, que habían vivido allí por años, pues era la casa de sus abuelos. Al final, la invitaron a quedarse a dormir. Por ningún motivo dejarían que se marchara en plena noche y con tal aguacero. Ella terminó por aceptar con la condición de que la dejaran lavar los platos. Y eso sí, dormir en la cocina, pues suficiente amabilidad era dejarla dormir en aquella casa, así que no aceptaría la habitación que una de las jóvenes pretendía cederle. Además el calor que se había acumulado le serviría para terminar de ahuyentar el frío. Así lo hicieron. Todas se acostaron a descansar a eso de las diez de la noche.

En la madrugada, la mujer despertó sudando. Algo pasaba en aquella cocina. Había dejado de llover y el frío no sólo se había ido, sino que había sido reemplazado por un calor insoportable. Se levantó a revisar y descubrió lo que pasaba: el horno estaba encendido. Ella se extrañó de que las jóvenes estuvieran cocinandoa esas horas de la madrugada, con tan alta temperatura, y sobre todo, de no haber escuchado cuando aquellas tres muchachas entraron a la cocina y pasaron por encima de ella.


Por curiosidad, abrió el horno y lo que vio la hizo tambalear: en una bandeja larga y grasosa había piernas y brazos... seis piernas y seis brazos completamente negros y chamuscados que despedían un olor como de cabello quemado.

Enseguida, volteó a la ventana. Allí estaban las tres jóvenes, las tres sin piernas, sin brazos, flotando entre los árboles y riendo a carcajadas, mientras jugaban con una enorme bola de fuego.

Ella se quedó mirando sin poder apartar la vista. Sintió que un aire frío se le subía comenzando por los pies, las piernas... un aire frío que le nubló la cabeza. Todo comenzó a darvueltas hasta que se desmayó.

Muy de mañana despertó... estaba en su casa, acostada en su cama, pero aún vestía las ropas que las brujas le habían prestado.

La mujer no quiso regresar al tiradero de basura, mucho menos internarse en el bosque otra vez. Nadie hizo caso de su historia, a pesar de que siempre que la contaba derramaba lágrimas de miedo y al final de su relato, con voz temblorosa agregaba apenas susurrando: “ten cuidado que entre los árboles hay brujas”.

FUENTE: http://www.zocalo.com.mx

viernes, 12 de enero de 2018

El panteón embrujado.


Mi mamá tenía unos 16 años y había ido a pasar el fin de semana con unas amigas a un pueblo en San Pedro. A una amiga de mi mamá siempre le gusto todo lo que tiene que ver con espíritus y eso.

Entonces, sugirió que entraran a un cementerio abandonado del año 1600 (lo sabían por que todas las placas de las tumbas decían 1600). Mi mamá cuando entraron tuvo los ojos fijos en el panteón antiguo, Griselda ( una de las amigas) le preguntó a mamá si quería entrar, (mi mamá siempre le tuvo un poquito de miedo a esas cosas) pero dijo que sí por que sentía algo que la atraía hacia el panteón. Entraron y bajaron unas escaleras muy largas y encontraron 8 cajones. Algunos eran grandes y otros pequeños pero todos estaban abiertos con huesos adentro. La mayoría solo tenia 1 hueso o 2, pero había uno que solo tenía un crucifijo. Eso hizo que mi mamá se acercara y que tocara un poco el crucifijo. Al hacerlo un grito espantoso se escucho y algo o alguien tomo a mi mama del brazo. Griselda y mi mamá muy asustadas corrieron hacia afuera a contarle a las otras. Estas no les creían al principio pero luego se dieron cuenta que era verdad por que 5 min mas tarde el panteón se fue abajo y entre los escombros lo único que se encontró fue un crucifijo y un papel que decía GRACIAS AHORA SOY LIBRE.

Gracias por leer esta historia que es 100% real.

Jazmín.

FUENTE: http://www.lahoramarcada.com

jueves, 11 de enero de 2018

Los Niños Fantasmas del panteón.


Nosotros vivíamos cerca del panteón y un día salimos a jugar todos los niños del barrio.. En esa ocasión como en todas las anteriores jugábamos en el panteón.. De pronto vimos todos los niños cómo llego un niño a jugar todos creímos que era un nuevo vecino…

Jugamos escondidas y todo estuvo muy raro todos nos escondimos, cuando estaba buscando este niño nos encontraba sin hacer mayor esfuerzo… A todos nos pareció muy raro..

– Le preguntamos que ¿como lo hacia?..

– El nos respondió que era fácil verlos a todos..

Despues de eso vimos que el nuevo empezó a moverse un árbol del panteón y todos fuimos a ver.. Pero no había nada y cuando ya nos íbamos empezó a moverse el árbol muy fuerte y vimos como unos niños jugaban arriba del árbol, todos salimos corriendo…


Cuando escuchamos que el niño nuevo nos llamo:

– Nos dijo que son mis hermanos y quieren jugar..

Al mismo tiempo el niño dio un salto como que volara se trepo al árbol… Nadie se espero después de eso salimos como almas que lleva el diablo asustados todo el mundo… 

– Ese instante unos señores nos dijeron que, ¿que hacíamos? y ¿porque? en el panteón..

– Les dijimos que unos niños nos asustaron y salimos corriendo..

– Nos dijeron que si los vimos a los niños fantasmas del panteón.. Nunca mas dejaron de verlos, siempre estarán siguiéndolos y jugando con uds.

– ¿Esos niños eran fantasmas? quedamos helados de saber… Desde eso día, así como dijeron los señores.. Los niños nos espantaban casi todas las noches que salíamos a jugar y hasta ahora yo los veo.

FUENTE: https://historiasdeterrorweb.com

miércoles, 10 de enero de 2018

La niña del panteón.


En algún panteón de Durango se encontraban tres jóvenes contando relatos de miedo y uno en particular les llamo la atención debido a que era una historia que había ocurrido supuestamente en ese cementerio, uno de los jóvenes los reto a que pasaran por ese cementerio y los jóvenes aceptaron mientras que el otro amigo los esperaría del otro lado del cementerio, cuando ambos jóvenes entraron pronto se perdieron y lograron ver a una niña pequeña salir de una oficina y pronto le preguntaron por direcciones de ¿Cómo? salir del lugar , ella los guio hasta donde parecía ser un camino cerrado y se preguntaron ¿cómo es que sales de aquí? Ella riéndose les dijo “así es como me salgo” y atravesó el muro, los jóvenes asustados por lo que acaban de ver corrieron gritando hasta encontrar la salida y nunca más volvieron a entrar a ese cementerio.

FUENTE: http://leyendascortas.mx

martes, 9 de enero de 2018

Panteones, ¿descanso eterno?


Los sepultureros le temen más a los vivos que a los muertos

TORREÓN, COAH.- Leyendas macabras, narraciones de aparecidos arrastrando cadenas, luces que salen de lugares indeterminados de las tumbas, mujeres etéreas vestidas de blanco que nunca descubren su rostro y caminan deslizándose en la nada, son las mil y una historias que se cuentan en torno a la “vida’’ de los panteones, donde por encima de los sustos o ruidos extraños que puedan oírse una noche sí y otra también, los sepultureros consideran que “hay que temerles más a los vivos que a los muertos”.

“Porque los muertos nada saben, ellos ya descansan en paz esperando el Juicio Final”, parafrasea un texto bíblico don Higinio García Méndez, hombre de 58 años que tiene 43 trabajando en el camposanto más antiguo de Torreón, el Municipal número 1 ubicado en la colonia Aquiles Serdán.

Entonces, si los finados yacen en los sepulcros, ¿de dónde proceden los ruidos, sollozos y lamentos que cuentan los ancianos, o dónde se originan las presencias invisibles de seres que en vez de causar temor, brindan tranquilidad?


Don Higinio responde tranquilamente: “no sé si de los nervios o de la conciencia de uno, pueden ser ánimas que algo necesitan o quieren decir, pero a nosotros ya no nos dan miedo esos casos, pues son parte de la vida de nosotros los panteoneros’’.

Y es que para este hombre que más de cuatro décadas las ha transcurrido entre tumbas, sepelios, lágrimas y dolor por la muerte, lo que al principio le causaba tristeza y lloraba con el mismo dolor que los dolientes, al paso del tiempo se volvió algo habitual y en vez de temor a la muerte, lo que ahora siente es un gran respeto; hasta asegura que el mejor sitio para encontrar tranquilidad, paz espiritual e incluso el remanso adecuado para hacerse una introspección, es sin lugar a dudas, el panteón.

El panteón municipal número uno se encuentra al poniente de Torreón, rodeado por las colonias La Rosita, Victoria, Aquiles Serdán, Miguel Hidalgo y colinda totalmente con casas habitación, fue el primero en la ciudad, creado allá por el año 1906 y tiene aún algo de vestigios de tumbas grandes y elegantes, con grandes lápidas de cantera donde reposan personajes ilustres como el general Gregorio A. García y el luchador conocido como “El Médico Asesino’’ de nombre Cesáreo Márquez, además de una gran cantidad de libaneses, chinos y árabes que según don Higinio son la muestra de la opulencia y solvencia económica que había en La Laguna de aquellos tiempos.


Al menos en la primera sección del panteón se observa esto, pues en la tercera sección, las tumbas son más modestas.

¿Qué fenómenos sobrenaturales ha visto usted en sus años de trabajar como empleado de este cementerio, y que no obstante ser el más antiguo, no tiene el mismo aspecto lúgubre de otros como el panteón municipal número 2 situado al sur de la ciudad en las faldas del Cerro de las Noas?

“Mire, tal vez no sean muchos casos, aunque ya a nadie le da miedo escuchar esas historias, cuando a uno se le ponían los pelos de punta o sentía escalofríos, ni los adultos y mucho menos los niños sienten ese tipo de temor, porque ahora se entretienen viendo las películas de terror en la televisión donde las figuras principales son seres diabólicos, vampiros y rituales satánicos que salen hasta en las caricaturas’’.

Asegura mientras ve al horizonte, que una vez vio salir del panteón una figura blanca, “no sé si era una mujer o un fantasma, no le alcancé a ubicar, también, mucho tiempo se veía allá en una de las tumbas una luz muy pequeña parecida a una llamita como si alguien tuviera encendido un cerillo. Y así pasó el tiempo, nunca me acerqué, hasta que un día, familiares de quien reposaba en esa tumba fueron y desenterraron sus restos para llevarlos a un Columbario y encontraron un saquito con monedas de oro, desde entonces desapareció la luz”.


Tal vez no son muchas las formas o figuras que se ven, quizás sean más bien efectos de las sombras o los sonidos del viento, el ruido de las flores cuando secan, en realidad no se sabe, pero ya nos acostumbramos a eso, a recibir los cortejos fúnebres, a acompañar en silencio a los dolientes que vienen a dejar aquí a un ser querido, a los llantos desgarradores de quienes sufren por la pérdida y después, el silencio otra vez.

Para Ángel Gerardo García Orozco quien desde 1995 trabaja en ese mismo panteón, “es mejor trabajar aquí que en otro lado’’ .

Ángel es hijo de don Higinio y confiesa que el panteón fue prácticamente el jardín de su casa, ya que corrió, jugó y creció entre las tumbas, por eso, “cuál miedo, el miedo es hacia los vivos y aquéllos que le hacen al vivo, los que dañan a uno, le roban la tranquilidad y lo hacen sufrir, yo no creo que los muertos salgan de las tumbas para asustarnos y si acaso ocurre, pueden ser tal vez espíritus que tienen un mensaje para nosotros y hay que escucharlos’’.

Y hay en la actualidad mucha gente que piensa como Don Higinio y su hijo Ángel, que ven el fenómeno de la muerte como un proceso que aunque doloroso, es natural y por lo tanto se acostumbran a la cercanía y convivencia con los restos de otros seres humanos que descansan en un pedazo de tierra.


Un ejemplo de esto son las familias que habitan las colonias colindantes con los panteones, aunque no de manera tan directa como es el caso del panteón municipal número uno, donde mujeres, hombres y niños, para evitarse rodeos en el día optan por cruzarlo para llegar a su destino, lo hacen en forma natural, sin miedos, sin voltear atrás, acostumbrados a la presencia de las tumbas como escenario cotidiano, familiarizados ya con el olor a olvido, a nostalgia y a soledad, mezclados con el aroma de tierra recién regada por los trabajos de limpieza que hacen trabajadores municipales.

Y de noche es lo mismo, a unos metros del camposanto, grupos de chiquillos corren tras una pelota, un grupo de adolescentes se reúne en la esquina para ver pasar el tiempo, igual juegan al futbol que conviven, en tanto que algunos entran a “echarse unas caguamas’’ para burlar la vigilancia de las patrullas.

Cuentan personas que viven en las cercanías que infinidad de veces, cuando no se levantaba aún la totalidad de la barda perimetral del camposanto, era constante la presencia de parejas que en el interior a un lado y sobre las lápidas, le daban rienda suelta a sus emociones y apetencias, también era una constante los grupos de viciosos que se ocultaban tras las lápidas para inhalar sus bolsillas con resistol o inyectarse droga; ahora, son menos estos casos, pero se siguen dando.


Posiblemente ellos en sus alucinaciones, hayan visto más cosas que nosotros, dice Ángel quien no es sepulturero sino ayudante de albañil y se sostiene de las “chambitas’’ que realiza en el panteón mientras espera que su padre se jubile y él pueda ocupar su plaza como trabajador del municipio.

Don Higinio vivió muchos años en unos cuartitos ubicados en el interior del panteón, luego nacieron sus hijos que crecieron ahí y al casarse éstos se salieron todos a una colonia cercana pero parte de esas viejas tapias son ocupadas ahora como oficinas y ahí duerme su tío Diego Méndez Rodarte, hombre maduro, solitario, sepulturero que decidió un día refugiarse ahí y vivir solo porque no quiere responsabilidades ni algo parecido que le trastoque su forma de vida.

Los panteones, una reflexión para la vida.-

Así, en la búsqueda de historias, algo así como aquéllas que contaban los bisabuelos, los abuelos de hermosas mujeres enterradas y que luego eran exhumadas y se conservaban sorprendentemente intactas, de cuerpos desaparecidos de las tumbas mediante alguna acción o rito demoníaco, de “La Llorona”, aquella mujer sufriendo por sus hijos ahogados en el río que noche a noche plañía de manera desgarradora o quizás la narración de un corcel negro volando con un jinete sin cabeza, se recorrieron los panteones de la ciudad y de paso se observaron sus características peculiaridades, la diferencia ornamental y de precios que significa un lugar para el descanso eterno pero fue común la similitud de que existe entre ellos respecto a los raquíticos sueldos que se pagan a los empleados.


Pese a su convivencia diaria con los muertos viejos y nuevos, los sepultureros son de las personas más respetuosas de la muerte, algunos de ellos se abstuvieron de participar en la entrevista con el argumento de que era una “falta de respeto preguntar si se ven los muertos afuera de las tumbas o si éstos salen a realizar recorridos, cómo se atreve Usted a preguntar eso, qué no sabe que los muertos no vuelven, ellos muertos están descansando porque ya se liberaron de este valle de lágrimas’’, reprendió Epitacio Lomas, velador del panteón Jardines del Tiempo que antes se llamaba Jardines del Carmen.

Mire eso, el panteón ha cambiado mucho durante los últimos 5 años, fue uno de los primeros particulares en Torreón, aquí de plano Usted no va a encontrar historias ni cuentos de aparecidos y tampoco rituales, yo tengo años y años cuidado el lugar y nunca he visto nada, hay que tener “un don especial para ver esas cosas”.

Sin embargo, gente que vive a espaldas del camposanto, donde sus viviendas colindan con la barda perimetral, afirman lo contrario, pues doña Herminia González, quien vive al lado de un negocio donde elaboran lápidas, cuenta que alguna vez vio a una mujer, vestida con ropa negra parada a la puerta del panteón, ella en un principio pensó que iba a visitar a un difunto pero, era después de la media noche, luego creyó que era una dama de la vida galante y así hubiera quedado, si su acompañante no le señala que la dama no pisaba el suelo, por el susto, jamás volvió a pasar por ahí, dijo.


Las historias como éstas, quizá con un poco de verdad y mucho de imaginación, se repiten con diferentes personajes, entre la gente mayor, la que pobló precisamente las colonias como Ampliación Santiago Ramírez que circunda el Panteón Torreón, el primero de estos sitios de reposo eterno que se creó como particular, luego vendría el Panteón Coahuila.

Que en este panteón establecido más o menos en 1940 enterraron a gente adinerada con sus riquezas a un lado y es uno de los lugares donde se ven más “relaciones’’ ( sitios donde por la aparición de una luz se supone que hay dinero o al menos eso dicen las personas de edad).

Igualmente que el paso de hombres vestidos de negro, de la barda del panteón hacia lo que ahora es el bulevar Laguna es frecuente, sobre todo a altas horas de la noche es otra versión de quienes dicen con temor, que aunque saben que es la Muerte, ya se acostumbraron a divisarla, “qué más da, cuando te toca, te toca y eso no es ni antes ni después’’, afirman.

Pero cada quien cree en lo que quiere creer porque por ejemplo, cuadras adelante en el panteón municipal número 2, los comentarios de los sepultureros son bien diferentes, ellos atienden a la gente demasiado pobre y el precio del pedazo de tierra así lo indica, de 70 a 80 pesos por depositar un cuerpo y hacerle el servicio de cubrirlo de tierra, la cruz y lápida es aparte, de manera que abundan los montones de tierra, grandes para los adultos y pequeños para los “angelitos’’, algunos tienen su cruz hecha de madera de reja o de simples palos de árbol.

Para ellos, las historias de aparecidos son “puros cuentos’’, ya que “ésta es la realidad, mire, la pobreza de la gente que va a parar ahí en lo que es su última morada’’.


El panteón municipal 2 es de los más feos y descuidados que hay en la ciudad y no es que se le compare con otros donde el césped y los verdes árboles dan cierta sensación de consuelo, pero lo cierto es que ahí, donde no hay ningún arbolito, lo que abunda es la maleza, junto con desolación y pobreza y se siente más el desamparo así como la pérdida del ser querido.

Las diferencias sociales se marcan hasta en la muerte.-

Y hasta en la muerte se marcan las diferencia sociales y económicas, pues aunque dice la canción que: “El día que yo me muera, no voy a llevarme nada, hay que darle gusto al gusto, la vida pronto se acaba, lo que pasó en este mundo, nomás el recuerdo queda, ya muerto voy a llevarme, nomás un puño de tierra’’.

Sin embargo este puño de tierra tiene el valor dependiendo de dónde se ubique, pues mientras en algunos de los panteones particulares el costo es hasta de 8 mil pesos con dos gavetas a perpetuidad, en sitios como el panteón municipal 2 cuesta entre 70 y 80 pesos.

Para los empleados del panteón municipal 2, “ los muertos, muertos están, igual en un panteón con flores y árboles que en un sitio paupérrimo como éste o hasta enterrados en el campo, es lo mismo’’.

Más bien el lugar donde se le entierra es al gusto, a la capacidad y conforme a los sentimientos de los vivos, que sienten menos dolorosa la ausencia de aquella persona que supuestamente pasó a mejor vida.


Pero como el sentir y creer es cuestión muy personal, lo cierto es que visitar los panteones aunque no sea el Día de Difuntos, tranquiliza, invita a la reflexión y puede derivar en otros beneficios como la resignación, conformidad, el valorar no lo que se tiene en vida, sino el tener la vida y prepararse para la muerte con la misma decisión, seguridad y dignidad de que llegará una tarde de otoño o una mañana de primavera.


FUENTE: https://www.elsiglodetorreon.com.mx